El matrimonio es el principio y no el fin de una conquista

La Comunicación

Escucharse el uno al otro: sabemos que la comunicación es el proceso mediante el cual se transmite información de una entidad a otra, donde intercambiamos información. Una de las dificultades en la comunicación con nuestra pareja es el dar una respuesta deprisa. Otro detalle importante es el respeto que es el reconocimiento de que algo o alguien tiene valor. Cuando nos escuchamos el uno al otro, nos respetamos mutuamente. 

Pasen tiempos juntos, solos: La cuestión es el tiempo, cuando pasamos nuestro tiempo con nuestra pareja, revela lo que es realmente importante para nosotros. Las parejas exitosas pasan tiempo juntas. Leer la Biblia juntos. Desarrollar intereses compartidos, como leer, hacer ejercicios, caminar, ver películas en casa o ir al cine, jugar. Lo importante es sacar un tiempo para tu pareja y disfrutar juntos momentos a solas.

El toque: Las parejas exitosas se tocan. Se abrazan, se estrujan, se hacen mimos, se acarician, se toman de las manos, se rodean con los brazos y se sientan lo suficientemente juntos como para tocarse cuando están frente a la TV. El toque no sexual conduce a la verdadera intimidad. Disfrutan del sexo, frecuentemente.

Aliéntense mutuamente con palabras: El aliento es el alimento del corazón, y todo corazón es un corazón hambriento. Nuestra pareja tiene una cuenta corriente emocional en la que hacemos depósitos y extracciones, como cuando estamos de mal humor al llegar a casa del trabajo o cuando alentamos a nuestro cónyuge cuando está caído. Todos necesitamos ser levantados cuando estamos decaídos, pero las parejas más exitosas dan un paso más. Las parejas exitosas crean un entorno positivo. Se afirman verbalmente el uno al otro en cada oportunidad. Tratan de atrapar al otro cuando hace las cosas "bien". Se transmiten los elogios que otros han hecho de su pareja. Nunca dejan pasar una oportunidad para expresar su aprecio: "Me encanta la forma que te arreglas el cabello", "Esa fue una gran cena", "Gracias por ser tan buen proveedor". 

Acéptense incondicionalmente: Un hombre bajo presión dijo: "La razón por la que amo a mi perro es porque él me ama no importa lo que haga." El amor y la aceptación incondicional forman un fundamento crucial en los matrimonios exitosos. La necesidad más intensa de todo hombre y mujer es estar en una relación con una persona que realmente se interesa por él o por ella. Las parejas felices no sienten que tengan que simular para ser amadas. No sienten que serán rechazadas si no cumplen con un conjunto de normas. La intimidad significa que "yo sé quién eres en el nivel más profundo, y te acepto". Jesús nos acepta, "tal como soy", y las buenas parejas se aceptan mutuamente tal como son también.

Comprométanse el uno con el otro: Las parejas exitosas se comprometen a resolver los problemas. La palabra "divorcio" no se permite ni se pronuncia, no importa cuán alterado o enojado uno llegue a estar. Tienen un acuerdo sobre cómo manejar los conflictos. Han hablado sobre temas de cómo "luchar limpiamente" en condiciones pacíficas. Tratan de dejar de lado los temas menores. Se comprometen activamente a querer lo mejor para su pareja, a ayudarla a crecer como persona. Asegúrense de orar "por" y "con" cada uno - usted tal vez sea la única persona en todo el mundo que esté orando regularmente por su pareja.

Ocúpense de su futuro financiero juntos: Los problemas de dinero crean más tensión en el matrimonio que cualquier otra amenaza externa. No se meten en deudas. Saben que se cumple el Principio de Dinero de Morley: "La deuda es estúpida." 

Ríanse juntos: El antídoto para el aburrimiento en el matrimonio es el humor jovial. Si su pareja cuenta un chiste, ¡ríase! (aun cuando él no sea Bob Hope y ella no sea Carol Burnett). Si ninguno de ustedes es cómico, asegúrese de ver películas cómicas y estar con amigos divertidos.

Hagan que cada uno sea la máxima prioridad del otro: "La última señal de intimidad es compartir nuestras alegrías secretas." Las parejas felices se dedican a pasar tiempo juntos como amigos. Se comparten secretos mutuamente. Disfrutan de la compañía del otro. Se dan cuenta de que son los únicos que están en esto "juntos". Todos los demás están por sí mismos en cierta medida, aún los hijos. Pero las parejas son "una carne". 

El matrimonio representa el máximo potencial de toda relación humana. La Biblia dice que "dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne" (Génesis 2:24). ¡Vaya! En otras palabras, de alguna forma tiene lugar una "unión" mística en la que nos convertimos misteriosamente en "una carne" ante Dios. Ninguna otra relación humana puede acercarse a esta - ninguna.

Cuando haya terminado la fiesta y el papel crepé esté cayéndose y los sombreros de fiesta estén tirados por el piso, los hijos hayan crecido y se han marchado, y todos sus amigos se hayan jubilado o mudado, habrá sólo dos butacas lado a lado. Asegúrense de "invertir" el uno en el otro hoy para que puedan disfrutar plenamente esos tiempos especiales. Así que, ¿qué idea ha resultado mejor para usted? ¿En cuál le gustaría "invertir" en los próximos días?